El pH no es más que una medición de la concentración de H+, ahora bien, como los químicos son una gente que le gusta complicarlo todo, para marear al personal, inventaron una lectura de esa concentración, inversamente proporcional y logarítmica, (jejeje) es decir a más H+ menor es el pH y las diferencias de concentración entre un nivel dado y el siguiente son diez veces mayores que entre el anterior y éste. (no me diréis que no se quedaron a gusto) Bueno pues, cualquier sustancia que incremente la concentración de H+ dará como resultado un aumento de la concentración de H+ en el agua, es decir producirá una bajada de pH y las substancias que tienen dicha propiedad son llamados ácido Y su contrario, cualquier sustancia que reduzca la concentración de H+, ya sea porque se “consumen” para pasar de una sustancia (p. e. bicarbonato a carbonato) a otra o porque se utilizan para neutralizar OH- que se liberan en el agua,producirá una subida de pH y las substancias que tienen dicha propiedad son llamados álcalis.-
Por tanto, si queremos bajar el pH de nuestra agua nuestro trabajo se centrará en aumentar la proporción de ácidos y reducir álcalis de nuestra agua .Los álcalis que más afectan al pH del agua son los carbonatos, es decir, reduciendo su concentración mediante cambios de agua sin sales (osmótica, destilada), conseguimos bajar su presencia, y como resultado tendremos un pH menor, ahora bien, no podemos dejar al límite los carbonatos del agua, pues tienen dos funciones primordiales: dan estabilidad al pH (efecto tampón) y son una fuente importantísima de CO2 para las plantas. Los carbonatos los calculamos por aproximación con la medición de nuestro test de KH y si mantenemos plantas nunca deberíamos tener lecturas por debajo de 5º.
Los ácidos que se pueden emplear para disminuir el pH del agua son los precursores de las sales más comunes que se hallan disueltas de forma natural en el agua, como son los cloruros (ácido clorhídrico), los sulfatos (ácido sulfúrico) los carbonatos (ácido carbónico-CO2), los fosfatos (ácido ortofosfórico) etc .Todos ellos tienen ventajas e inconvenientes, p.e. el clorhídrico al formar un anión (perdón) pequeño, el cloruro, aumenta proporcionalmente más la conductividad del agua y la presión osmótica que los otros aniones (perdón). El ortofosfórico aumenta los fosfatos, que son un importante nutriente vegetal, y si hay desequilibrio en los otros nutrientes, puede provocar un aumento de algas, además sus aniones (perdón) forman un tampón, con lo cual afectan a la alcalinidad en el rango de pH en el cual tamponan. El carbónico (CO2), aumentará a la larga la cantidad de carbonatos, quizás el que menos efectos tenga sea el sulfúrico.-
No hay que olvidar, que el normal funcionamiento del filtro biológico, produce ácido nítrico, entre otros, con lo cual la tendencia natural del acuario es a acidificarse, cosa que haría hasta niveles peligrosos si no se “neutralizara” esa tendencia con los cambios de agua que “restauran” los niveles de carbonatos (acordaros que eran de los que “consumían” H+)
Otra forma de bajar el pH es mediante los ácidos orgánicos presentes en la turba (húmico, fúlvico etc.), pero hay que tener en cuenta que la turba tiene también efectos “colaterales”, es decir, tiene capacidad de secuestrar Ca2+ (por lo tanto reducirá nuestro GH) y a la par tiene capacidad de modificar las lecturas de nuestro test de KH, aumentándolas, con lo cual creeremos que nuestra agua está más “tamponada” de lo que lo está en la realidad. Además la bajada que se consigue con turba es bastante lenta y no demasiado significativa y tendremos que ir renovándola frecuentemente ya que sus efectos se reducen con el tiempo.
Lo más importante es “respetar” los equilibrios del agua entre las “sustancias” que acidifican y las que “contrarrestan” dicha acidificación.
Un agua sin capacidad de resistencia (baja en carbonatos) es inestable y peligrosa, un agua con demasiada “resistencia” quizás no sea apta para las especies que mantengamos.
Pero hagamos lo que hagamos son “equilibrios” que no duran en el tiempo, por lo que tendremos que intervenir: si la tendencia de nuestro acuario es “hacia la acidificación” deberemos ir contrarrestando dicha tendencia con nuevos carbonatos (cambios de agua más dura). Si la tendencia es hacia la alcalinización, en primer lugar hay que bajar los carbonatos (lectura de KH) con cambios de agua osmótica y revisar el acuario para detectar que provoca esa tendencia (la natural es la contraria), y motivos puede haber muchos, entre ellos, rocas que afectan a la química, turbulencias demasiado grandes que provocan una pérdida de CO2 (ácido), niveles de nitrato altos y de oxígeno bajos que crean el ambiente ideal para la desnitrificación y como resultado tiene un aumento neto de pH etc etc.
Vamos a dejarnos de tanta teoría y vamos a un CASO PRACTICO. Si queremos bajar el pH del agua que está a 8, y directamente introducimos un ácido (la mayoría de los productos que nos venden en la tienda son a base de ortofosfórico), y lo único que notamos es una ligera bajada, pero que recupera enseguida los niveles. ¿Nos habremos equivocado en la dosis?. Damos otro “chute” y más de lo mismo, el pH parece que está clavado en un sitio. ¿Qué rayos pasa?. Otro chute y nada. Desesperados le damos la última oportunidad al producto y volvemos a dar “la dosis” y HORROR, el pH que no había bajado de 8 ahora esta a 4 y los peces respirando en superficie totalmente asfixiados. (además de probablemente tener el acuario lleno de algas dentro de unas pocas semanas)
¿Qué ha pasado? Pues que nuestra agua tenia unos niveles muy altos de carbonatos (lecturas de KH), y estos provocan un efecto tampón. Es decir, el ácido que añadíamos se gastaba, primero en pasar los carbonatos a bicarbonatos, y luego pasando los bicarbonatos a CO2, y no había ningún “resto” de H+ disponible para bajar el pH, pero cuando todo el carbonato se ha “convertido” cualquier “gotita” de ácido libera suficiente H+ como `para bajar el pH muy rápidamente.
¿Qué deberíamos haber hecho? Pues primero deberíamos bajar nuestros carbonatos (que conocemos por aproximación a través de las lecturas de KH) con cambios de agua de ósmosis hasta 3-4, en el caso de no mantener plantas y después corregir ligeramente el pH con nuestro ácido de la tienda hasta llegar a los niveles de pH deseados y siempre de forma muy lenta
Fuente: http://www.andresroca.com/
Post de ANTONIO TRIAS.
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